Distintos factores sociales, económicos y culturales afectan de forma diferente a los hombres y las mujeres, condicionando sus decisiones de consumo y, por lo tanto, su huella de carbono. Por ejemplo, la renta de las personas determina en gran medida su nivel de consumo. La brecha de ingresos resulta entonces clave para entender por qué la huella de un hombre es superior a la de una mujer. Pero también hay otros factores que hay que analizar para explicar las diferencias, tales como la edad, la zona de residencia o la...