El año pasado cerraron 400 bares en Inglaterra y Gales, y 200 más lo harán este año debido a la inflación. Nicholls añadió: "La actual crisis económica aumenta las posibilidades de un mayor declive, con el aumento vertiginoso de los costes de la energía, los alimentos y las bebidas, un tipo de IVA más alto, la caída de la confianza de los consumidores y una aguda escasez de mano de obra. Esto podría ser demasiado para las empresas que luchan por devolver la deuda relacionada con Covid."