Se suponía que el complejo residencial en Chengdu, China, era un paraíso verde para sus residentes, pero dos años después, el concepto de bosque vertical se ha convertido en una pesadilla. Cada piso tenía hasta 20 tipos de plantas que crecían en el balcón y filtraban la contaminación del aire y el ruido de la ciudad. Sin embargo, en lugar de un paraíso urbano, el complejo de ocho torres parece una escena de una película postapocalíptica, con los balcones delQiyi City Forest Garden invadidos por una vegetación en expansión y plagas de mosquitos

Un total de 45 personas, tres más que en las últimas 24 horas, tiene sospecha de tener el virus de la Fiebre del Nilo, provocada por la picadura de un mosquito, principalmente en el área de Coria del Río y La Puebla del Río (Sevilla), si bien uno de esos casos declarados se localiza en el barrio de Sevilla Este de la capital desde el pasado 19 de agosto.

España se ha visto afectada recientemente por otro virus que tiene preocupados a los expertos: la Fiebre del Nilo. A pesar de que está cada vez más presente en el país y que ha incidido de manera especialmente dura en Sevilla, no es tan conocido entre la población.

La mejor forma de prevenir infecciones es dificultar que un mosquito le pique. Cruce los dedos y tranquilícese: este es un virus amable, nada que ver con el responsable de la COVID-19

Todos los contagiados son vecinos de Coria del Río y La Puebla, y cuatro de ellos han tenido que ser ingresados en UCI por meningoencefalitis vírica, que no se transmite entre humanos

Especializarse en las personas no habría supuesto ninguna ventaja particular para los mosquitos antes del desarrollo de las culturas sedentarias. Una vez asentadas, las poblaciones humanas podrían haber proporcionado un recurso fácil, seguro y siempre disponible, a diferencia del de otros grupos de animales migratorios que solo garantizan sangre estacionalmente. Los mosquitos especializados en humanos no se limitan tan solo a picar a las personas, sino que también tienden a reproducirse en hábitats modificados por el hombre.

Los pueblos de la costa este de la Península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, están viviendo escenas que parecen sacadas de una película de Alfred Hitchkok. Solo que en lugar de pájaros que invaden sus pueblos, se trata de miles de millones de mosquitos arremolinándose en "tornados". "Siempre hemos tenido una gran cantidad de mosquitos aquí en verano, y siempre los tendremos, pero hay muchísimos este año", dice Maria Zubkova, residente de Ust-Kamchatsk. “Se meten en cualquier pequeña grieta, incluso si hay redes en las ventanas"