Hoy, en la cabecera de su perfil, levanta una fotografía de Pablo González como un grito póstumo por la libertad de prensa. En noviembre de 2015, en una entrevista con Mertxe Aizpurua, Salutregi dejaba un mensaje, casi un testamento, de vitalidad y de cordura. "La cárcel es jodida. Todas las cosas que has dejado fuera, los malos genios, las malas leches,te parecen estúpidas. Y quieres más a la gente". Hoy, a veinticinco años del fin de Egin, los padrinos del "todo es ETA" siguen en espléndida forma. La historia los devorará.