El régimen de excepción que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, impulsa, y que le ha permitido neutralizar a las maras en ese país centroamericano, acumula ya más de 71.000 personas detenidas. No solo las cárceles están desbordadas, sino también los juzgados. En ese contexto, el Parlamento salvadoreño —dominado por el partido de Gobierno— ha aprobado disposiciones transitorias y reformas a la Ley contra el Crimen Organizado, que aumentan las penas para los cabecillas de pandillas y permiten la realización de juicios colectivos. En estas