Hace unos días circulaban por Internet las imágenes de unos tipos que intimidaban a unas chicas en la Feria de Jerez. Su simple presencia y sus caras lo decían todo, y a mí, que lo veía desde mi casa, se me ponían los pelos de punta y recordaba tantos momentos similares vividos por mis amigas o por mí. Esos tiparracos me recordaban a los sociópatas drugos de La naranja mecánica, solo que en lugar de llevar bombín y pantalón blanco con tirantes, iban en este caso disfrazados con el característico traje feriante.