La reforma del Estatuto de Autonomía del año 2007, promovida por PSOE e IU, marcó un punto de inflexión en la política andaluza. El Partido Andalucista (PA), que había llegado a gobernar la Junta ocho años (1996-2004) en coalición los socialistas, apostó por el no, y en las siguientes autonómicas, del año 2008, desapareció del Parlamento. El PP, en paralelo, sin embargo, inició en ese momento, a regañadientes, a última hora y a lomos de la intuición de Javier Arenas, sin creer apenas en ello, un camino, el del apoyo al Estatuto, en el que el h