Como muy bien retrataron películas como El Puente sobre el río Kwai, el Imperio Japonés, que nunca suscribió la Convención de Ginebra de 1929, violó de forma repetida y sistemática todos los tratados internacionales concernientes al tratamiento de los Prisioneros de Guerra. Prisioneros de guerra chinos, americanos, australianos, británicos, canadienses, indios, holandeses, neozelandeses y filipinos, custodiados por los japoneses durante la 2ª Guerra Mundial fueron objeto de malos tratos, trabajos forzados, experimentación médica, torturas ...