Las grandes frases se dicen sin avisar. A Pedro Solís le salió de los adentros durante la gala de los premios Goya, como una salva de cañonazos y entre el ruido de la Ley Sinde y otras batallas.Recogía el Goya al Mejor Corto de Animación, cuando, entre los agradecimientos y las retahílas que nadie escucha, coló una bomba en los corazones del público...Pedro Solís, ganador del Goya al Mejor Corto de Animación, describe su vida junto a su hijo, aquejado de parálisis cerebral en grado severo.