Cuando se hablaba de huelgas generales con manifestaciones, piquetes, cargas policiales, heridos, destrozos, etc. todo el mundo, incluidos los jueces, lo catalogaban como desórdenes públicos, más o menos intensos. Cuándo alguien mataba a otra persona, normalmente políticos, policías, militares o jueces, todo el mundo lo relacionaba con el terrorismo, los jueces también. Hoy en día ha tenido que venir Feijóo y el PP para embarrar el significado de las palabras y mezclarlo todo con el único afán de subvertir el significado del lenguaje