Shaul se muestra convencido de que hay cada vez más israelíes que piensan como él y que creen que esta guerra tiene que terminar. También han aumentado las protestas en las calles de Israel, “pero el Gobierno, los que toman las decisiones, no están dispuestos a revisar el camino que han tomado”. También afirma que, cada vez más, los ciudadanos entienden que, después de nueve meses, “la guerra es sobre todo una guerra política para que [el primer ministro, Benjamín] Netanyahu, se mantenga en el poder”.