Su anatomía, su musculatura y su agresividad convierten al topo ibérico en modelo de estudio del fenómeno de masculinización femenina, que dificulta discernir entre machos y hembras. En contraste con la mayoría de los mamíferos hembra, que solo tienen ovarios, las del topo ibérico tienen, además de esos mismos ovarios funcionales, un tejido testicular que se asemeja en anatomía a los testículos de un macho, aunque funcionalmente difiere de ellos: produce testosterona, pero no espermatozoides...