Los resultados de la siembra, publicados en la revista científica New Phytologist, son inquietantes. Llevaron ambos grupos de semillas, las resucitadas y las actuales, hasta invernaderos de cuatro sitios distintos. En cada ubicación diseñaron el mismo experimento. En zonas aisladas con tela mosquitera sembraron una treintena de plántulas de sendos linajes. Al llegar abril, introdujeron colmenas de abejorros para polinizarlas y sacaron una segunda generación. En total, 792 plantas.
nph.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/nph.19422