Los residuos electrónicos de los países ricos no dejan de crecer. Pero solo una pequeña parte se recicla en casa: la mayoría acaba en vertederos en países en desarrollo, causando graves problemas de salud humana y medioambiental. Cadáveres de televisores, ordenadores, teléfonos móviles, frigoríficos, routers, teclados, copiadoras, altavoces, consolas de videojuegos, aparatos de aire acondicionado, reproductores de música, impresoras, lavadoras, placas y baterías solares se amontonan en el gigantesco vertedero de Agbogbloshie (Ghana)...