Recientemente un bufete de abogados neoyorkinos, el Labaton Sucharow, reveló, tras un sondeo a 500 altos ejecutivos de Wall Street y de la bolsa de valores londinense, que el 30% de ellos admitía que los elevados salarios y los bonos les empujaban a violar los códigos éticos de la profesión; el 24% de los sondeados reconocía que con la finalidad de ganar no dudarían en adoptar métodos deshonestos y en recurrir a prácticas ilegales, y un 16% admitía, también, que no vacilaría en cometer un delito bursatil para obtener beneficios...