Boeing se enfrenta a intensa presión y escrutinio tras salir volando un panel de un 737 Max 9 en enero. Eso despertó nuevas preguntas sobre la calidad de las aeronaves que produce varios años tras estrellarse 2 Max 8, con casi 350 muertos. Entrevistas con empleados actuales y antiguos revelan preocupaciones sobre calidad, al crecer la presión para mantener la producción. Ahora se enfrenta al inmenso reto de mejorar la calidad y recuperar su credibilidad ante legisladores, reguladores, aerolíneas y público general. He aquí algunas conclusiones.