Las Cámaras no harán ningún control sobre si la información que diputados y senadores vuelcan en sus declaraciones de bienes, actividades y la de intereses, se corresponde con la realidad. Cada parlamentario se responsabilizará de la veracidad, exactitud y actualidad de la información publicada. El código implica que sus señorías entreguen en el Congreso un documento, llamado "Declaración de intereses económicos". Contiene cuatro apartados: actividades, donaciones y obsequios y fundaciones y otras asociaciones. (ver
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