Lo importante tiene que ser el timón que gobierne el barco de nuestra vida. Dedicar tiempo, no solo al absorbente trabajo, sino a la familia, a los amigos, al ocio es sin duda alguna la opción más razonable. Buscar un equilibrio razonable en nuestra vida, atendiendo a lo importante, evitará que caigamos en una sensación de “no llegar”, de sentirnos estresados y acabar con una sensación de que la vida se nos está escapando. Aprendamos, pues, a gestionar nuestro tiempo para poder vivir una vida feliz.