Que la muerte de Elvis Presley y la publicación del disco Never mind the bollocks, de Sex Pistols, sucediesen en el mismo año, 1977, puede ser una curiosidad para los aficionados a las efemérides. Para Neil Young (Toronto, Canadá, 1945) fue mucho más que eso. El músico canadiense vio en ello un hecho poco menos que cosmogónico y así lo reflejó en una canción que empezaría a aparecer en su repertorio a partir del año siguiente, Hey hey, my my (Into the black). O My my, hey hey (Out of the blue), si se prefiere su versión acústica.