La imagen de Antonio Puerta, tendido en el césped, con la mirada perdida, todavía queda en la memoria de aquellos que vieron el partido de Liga entre el Sevilla y el Getafe en 2007. De un minuto a otro, el jugador sevillista se desplomó en el campo, mientras peleaba por el balón y unos días después, sólo con 22 años, murió en un hospital sevillano. Hace ya tres años de la tragedia que sacudió al equipo andaluz y sólo unos días después se descubrió la causa: muerte súbita. Un episodio en el cual se pierde pulso, la respiración y la conciencia...