En primavera de 1948 veintidós mineros militantes del PSOE y UGT de San Martín del Rey Aurelio, Laviana e Infiesto (Asturias), tras varios días de tortura, fueron conducidos a Peña Mayor (Laviana), despeñados en la grieta natural conocida como Pozo Funeres y rematados con cartuchos de dinamita y gasolina.