El estadounidense Christian Neeley se enamoró de una antigua mansión, pero no de su ubicación. La casa de Easton, en el estado de Maryland, se terminó de construir en 1764, once años antes de que estallara la Guerra de Independencia y 255 años después va camino de su nuevo emplazamiento. La casa se vendió en 500.000 dólares, unos 457.00 euros, a los que hay que sumar otro millón de dólares, unos 900.000 euros. Es lo que cuesta su traslado hasta su destino final: Queenstown, en el mismo estado norteamericano.