Dentro de las 50.000 especies conocidas de arañas, unas 20 han desarrollado una vida social caracterizada por una notable cooperación. Entre ellas, una o dos cazan ‘en manada’. Ese el caso de Anelosimus eximius de la Guayana Francesa, cuyas colonias pueden albergar varios miles de individuos de todas las edades, conviviendo pacíficamente en gigantescas telas que a menudo alcanzan varios metros cúbicos. Cuando una presa cae en su red, las arañas adoptan instantáneamente un comportamiento sorprendente: sincronizan su ataque coordinando las fases