Más de 220.000 madrileños acudieron en algún momento de 2021 a su centro de salud sin que les atendiera el médico de familia o pediatra que tenían asignado, por estar de baja, ni tampoco un suplente fijo, que conociera su historial sanitario, según un documento oficial al que accedió EL PAÍS. Esas ausencias sin suplir adecuadamente por parte de la Administración, que la consejería de Sanidad cifra en 108.056 para el arranque de 2022, dificultan que se cumpla uno de los principios clave de la Atención Primaria, según denuncian los profesionales.