Son las diez de la noche, es pleno invierno y fuera de casa hace 8 grados. Tú apenas lo notas. Frente a tu televisor, estás disfrutando del confort de tu radiador eléctrico. Mientras, cargas tu teléfono móvil y escuchas de fondo como el lavavajillas hace el trabajo sucio mientras tú descansas. Es el «milagro» de la electricidad en casa. Esta escena cotidiana se produce gracias a la electricidad. Y, pese a que para nosotros pueda suponer algo totalmente normal, no es tan sencillo como pueda parecer...