Pero en Cataluña aún es peor, dado que el llamado Memorial Democrático, organismo dependiente de la Generalitat, que tiene como supuesto objetivo la recuperación, conmemoración y fomento de la memoria democrática durante el período comprendido entre 1931 y 1980, en ocasiones no solo no cumple con su supuesta misión sino que se dedica a sesgar la historia de forma netamente partidista, obviando, por ejemplo, los hechos de mayo de 1937, o la conspiración contra Companys de noviembre de 1936, asuntos que han sido reducidos a simples comentario