Cuando nos referimos al término ser humano, generalmente se nos viene a la cabeza hombre o mujer, pero, ¿que criterios seguimos para hacer esta distinción? ¿La partida de nacimiento?, ¿lo físico?; ¿lo psíquico?.Estas tres preguntas nos las deberíamos plantear detenida y detalladamente a la hora de valorar los términos hombre y mujer, en especial, aquellas personas encargadas, en nombre de Dios, de dar los Sacramentos, en especial, el de Matrimonio, y dentro de esta reflexión planteo una serie de cuestiones...