Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante... y los periodistas también dejaron de serlo. El sector de la comunicación vive en España la peor crisis de su historia. Sueldos misérrimos, becarios "contratados" por nada, horarios maratonianos, condiciones laborales leoninas y manipulación, mucha manipulación, consecuencia de que los empresarios del ramo hayan fiado todo el futuro de su actividad a la publicidad institucional.