El Valencia ya sabía lo que le esperaba en su visita a Trondheim, incluso desde el momento que se hizo público el calendario del grupo, pero a pesar de ello no hizo nada para remediarlo. Ante el frío, poco o nada, pero frente al fútbol desplegado por los locales del Rosenborg algo más se esperaba de los pupilos de Quique. Un partido muy bien planteado por los de Knut Torum, que incluso pudieron vencer por más goles y además dieron una imagen seria y de conjunto. A diferencia de los de Mestalla, que no fueron ni la sombra de Riazor.