Mientras, la portavoz del PSOE en las Cortes, Mayte Pérez, ve con “estupor” que el Ejecutivo autonómico se haya declarado “en rebeldía” y se niegue a asistir a la bilateral, que, a su juicio, “es el lugar donde se abordan las discrepancias”. “Azcón tiene un problema con el Franquismo, que ha normalizado en su Gobierno con la presencia de dos directores generales o la derogación de la memoria democrática por la puerta de atrás, y ahora negando la interlocución con el Estado.