Esta última semana el foco del independentismo catalán se ha trasladado de Bélgica a España con una actuación casi circense del diputado de ERC, Gabriel Rufián (...) Esta última insinuación ha escandalizado a buena parte de la caverna ilustrada e incluso a más de un comentarista despistado que ignoraba a estas alturas el arsenal de recursos cómicos de Rufián. Lo han motejado, con involuntaria puntería, de bufón, ignorando que el bufón era precisamente el individuo que en las cortes medievales se atrevía a decirle al rey la verdad a la cara.