Esta semana la temperatura media en las aulas de la Escuela Pau Romeva es de 29 ºC. Los niños se han fabricado abanicos de papel y beben constantemente para hacer frente a la sofocante ola de calor. Tras años de pedir soluciones al Consorcio de Educación de Barcelona, las familias finalmente pagaron de su bolsillo 10.150€ por 72 ventiladores. La sorpresa llegó cuando desde el Consorci no les dejaron instalarlos, ni de techo, pared o con pie, con argumentos como que pueden afectar la estructura del edificio.
(Traducción en comentario #1).