España es la gran dominadora del mercado mundial del aceite de oliva. En la campaña 2021/2022, la última para la que el Consejo Oleícola Internacional dispone de datos consolidados, el país ibérico produjo el 46% de todo el aceite del mundo y acaparó el 59% de las ventas internacionales. Ese protagonismo, sin embargo, se diluye en el mapa europeo de las denominaciones de origen, en el que España se ve superada por Italia.