La exploración de Marte tendrá numerosos retos, desde efectos de la microgravedad hasta hongos espaciales, y la radiación, de las más peligrosas. Esta última proviene principalmente de 2 fuentes: el Sol (y sus tormentas solares) y el espacio exterior, galaxias lejanas, estrellas y supernovas. Las tormentas solares son muy difíciles de predecir y liberan enormes cantidades de radiación en muy poco tiempo, principalmente en forma de protones. En la superficie terrestre, producen preciosas auroras. Pero en el espacio exterior pueden ser letales.