El constructor Justo Gallego dedicó su vida a una sola cosa: la Catedral de Mejorada del Campo. Este edificio, su proyecto vital, empezó a erguirse gracias a sus manos. Fue él, ladrillo a ladrillo, el que comenzó la construcción. Ahora que ha fallecido, a los 96 años de edad, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Qué va a pasar con la catedral? Justo donó, antes de morir, su legado a la fundación Mensajeros de la Paz. Estos han anunciado que serán ellos los encargados de terminar la obra.