Investigadores dirigidos por las universidades de Pensilvania y Exeter, quienes publican sus resultados en la revista Science. Según lo que reportan sus hallazgos, tras un huracán que azotó Puerto Rico en 2017, las poblaciones de macacos rhesus, animales señalados por agresivos y competitivos, cambiaron sus dinámicas sociales, elevando la tolerancia y solidaridad entre pares para sobrevivir a las consecuencias del cambio en su hábitat. Pero eso no es todo, la esperanza de vida de los que cedieron al apoyo se favoreció.