Atila, el rey de los hunos, un tirano que gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte en453, conocido como “el azote de Dios” era un hombre cruel y despiadado; se dice que condenaba a muerte a todo aquel que lo hiciera enojar. Cierto día se enojó mucho con un joven llamado Casio. Tanto se enojó que lo condenó a morir. Sabiendo que aquel era el fin de su vida, Casio pidió al tirano que le permitiera ir a despedirse primero de su familia. - Si te dejo ir, te escaparás - advirtió Atila. Pero Casio llegó a un acue