Hablar de insectos atrapados en ámbar evoca, para muchos, al mundo de ciencia ficción de Parque Jurásico en el que la sangre de un mosquito fosilizado trae de nuevo a la vida a los dinosaurios. El descubrimiento de insectos de más de 50 millones de años fosilizados en resina por parte de investigadores de la Universidad de Bonn, en Alemania, no hará revivir a animales prehistóricos, pero su trabajo,proporciona pruebas de que la biodiversidad de la región no evolucionó de forma aislada como se cree en la actualidad.