Así pues, Occidente olvidará a los ucranianos, como olvidó a los iraquíes y a los afganos, y a los sirios y a los libios. Como a los pocos días de la fotografía de Aylan, ya no recordaba a los refugiados, que después fueron vendidos a Turquía en la mayor transacción de personas de la historia sin que casi nadie se acordara de ellos. Como las afganas son historia hace mucho, tras ser portada tras la bochornosa caída de Afganistán hace solo unos meses. Portada que fueron, precisamente, para desviar la atención del ridículo de Occidente. Como hoy