A mediados del siglo XX el fenómeno ovni comenzaba a cobrar fuerza y la cuestión de la vida alienígena se introducía tanto en la cultura popular como en las discusiones de los científicos. Una de estas tuvo lugar un día de verano de 1950, cuando cuatro físicos almorzaban en el comedor del laboratorio de Los Álamos (EEUU). Estadísticamente, razonaban, deberían existir innumerables civilizaciones en el universo. Pero entonces, ¿dónde están?, preguntó Enrico Fermi.