2012: un hombre tetrapléjico fue ingresado en el Hospital Universitario de Massachusetts aquejado de dolor en el pecho y mareos. Las pruebas mostraron que tenía tanto taquicardia como arritmia. Es decir, su corazón latía más rápido de lo normal y con un ritmo irregular. Por eso, quedó ingresado mientras se le sometía a un tratamiento para normalizar sus latidos cardíacos. Durante el tiempo que duró el ingreso tuvo varios episodios nuevos, en uno de los cuales batió todos los récords conocidos, alcanzando un ritmo de 600 pulsaciones por minuto.