Las encantadoras estufas de leña combaten bien el frío, pero su confortable calorcillo viene acompañado de un humo de toxicidad mortal que puede provocar cánceres y ataques al corazón, advierten los científicos. Concretamente, científicos daneses han descubierto que este humo es tan peligroso para la salud como la respiración de las emisiones de escape de un coche, según revela una investigación publicada en el Chemical Research in Toxicology journal. En castellano en
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