Si el próximo domingo el plebiscito planteado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez abandone la Moncloa le sale rana, no tendrá más remedio que asumir en primera persona las consecuencias de un arriesgado órdago con previsible efecto bumerán que amenaza con repetir la experiencia de las últimas elecciones generales del 23 de julio pasado, donde el PP quedó muy lejos de obtener una mayoría parlamentaria para gobernar, ni siquiera con el apoyo de la extrema derecha.