En un contexto político en donde no solo se trata de proponer unas ideas, sino un modelo de liderazgo, se alzan dos dominantes, el de Macron y Trudeau o el de Trump y Salvini, varones jóvenes y con cierto atractivo, dados a la diversidad, que apuestan por el mundo global y por la multiculturalidad, o los líderes enérgicos, irredentos, que hacen lo que les viene en gana. La derecha popular ha apostado por un remedo de los segundos,por esa firmeza que representa Casado. Rivera, como de costumbre, apuesta a veces por Trump y a veces por Macron.
