Éramos chicos y aquellos autos del Pole Position, con pixels del tamaño de un puño, nos parecían maravillosos. En aquella época, nuestra pasión por los videojuegos, y por las Spectrum, Commodore, Sinclair y MSX tenían su correlato en el papel. La mayoría de los fanáticos por los 8 bits de nuestra generación coleccionó algunas de las tantas revistas que salieron en aquella época. La K64 en Argentina o la Micromanía en España, por ejemplo, fueron títulos que colmaron horas de nuestra infancia (¡neeerds!) con páginas sobre cómo pasar todos los...