Un beso en la boca es, científicamente, una especie de elixir. Sí, está comprobado. Existe, incluso, una ciencia, la filematología, dedicada a estudiar los besos, que, de tan poderosos, son capaces de equilibrarnos algunas hormonas, mejorando nuestra calidad de vida y llegando incluso a influir en la reproducción. Además,afirman los expertos, las sustancias químicas que la saliva contiene actúan como una especie de detector de compatibilidad entre las posibles parejas.