En Gaza todo el mundo pasa hambre. Alrededor de 2,2 millones de personas sobreviven día a día con casi nada, quedándose habitualmente sin comer. La búsqueda desesperada de alimentos es incesante, y por lo general infructuosa, dejando a toda la población —incluidos bebés, niños, mujeres embarazadas o lactantes y ancianos— hambrienta. La Franja de Gaza ya estaba sumida en una crisis humanitaria antes de la guerra, debido principalmente a los 17 años de bloqueo israelí. Alrededor del 80% de la población dependía de la ayuda humanitaria.