Ana Romera, veterinaria clínica especializada en los efectos de la pirotecnia en los animales, asegura que el sonido de los petardos en sus oídos equivale a un bombardeo. "Para minimizar los daños, los propietarios pueden utilizar varias herramientas: productos —como feromonas, plantas, aminoácidos o, incluso CBD—, casetas aislantes, desensibilización, medicación o manejar la situación quedarse en casa con ellos, aparentar tranquilidad, reducir paseos y no castigar ni ignorarlos"