Inicialmente, Pepsi y la URSS intercambiaron alcohol debido a que los rublos soviéticos no tenían valor en el mercado internacional, pero finalmente la sed de los soviéticos por Pepsi fue tan grande que no fue suficiente, y el boicot americano por Afganistán hizo que Pepsi pidiera más garantias a los rusos. Fue entonces cuando la URSS convirtió oficialmente a Pepsi en la sexta armada más grande del mundo al intercambiar 17 submarinos, un crucero, una fragata y un destructor a la compañía, así como varios nuevos petroleros.