Tras una pequeña "diferencia de opiniones" en el curro, de esas que dejan el ambiente tan tenso que el silencio se podría cortar con un cuchillo, y ya veremos en qué queda todo esto, por motivos que no vienen al caso (o sí, pero no quiero alargarme) hoy una compañera no se ha presentado.
Hasta aquí digamos que normal, yo mismo me he pensado dos veces si acudir, está en su perfecto derecho incluso sin dar mayor explicación ni aportar justificación alguna. El tema es que a media mañana, dos o tres horas después de la hora de entrada, se ha comentado que "le ha bajado la regla y se encuentra mal".
Claro, yo me he planteado por un lado cuánto me supone faltar un día (aunque vayas al médico con cualquier cuento los dos primeros días te los descuentan, por lo menos con el caduco (da para otro artículo) convenio que nos aplican, por lo que tengo entendido.
La cuestión es que el mes pasado estuve con covid después de haber pasado una gripe, fiebre, etc, falté tres días y me descontaron un buen pico.
Pero tratándose de "dolor menstrual" y en vistas de la nueva e innovadora ley (no está en ningún otro lugar) , bajo determinadas circunstancias, existe la obligación de remunerarlo.
¿Es un avance? Por supuesto. ¿Es un agravio y un campo abonado para el abuso y el fraude? Evidentemente. Porque se puede entender que el ciclo menstrual pueda llegar a resultar incapacitante y soy el primero que entiende que no hay que trabajar si no se está en condiciones para ello. Pero cabe preguntarse qué sucede con las personas que sufren, por ejemplo migrañas. Que me temo que en general resultan bastante más insoportables y pueden ser más frecuentes que el periodo. O, maldita casualidad, con aquellas personas que tienen complicaciones con la ansiedad. Y digo casualidad porque precisamente hoy, otra compañera (en principio no involucrada directamente en la situación) se ha tenido que marchar para casa.
A ella sí se lo van a descontar, en principio. Pero la verdad es que es un comodín envidiable: ¿Me duermo un día? Me ha venido la regla. ¿Demasiada resaca el lunes? Uy, la regla. ¿Ese día que me falta para el puente? Oye, es que la regla... y los hombres a callar, que no sabéis lo que es, y dale al like cuando veas el hashtag #yo si te creo, hermana. A ellas les podrá "bajar la regla" pero a mí lo que me están bajando son los huevos hasta el suelo de la incredulidad. Votante de Podemos desde que salieron, para más inri.
Es previsible un aumento de las reglas incapacitantes, hasta el punto de que algún caso veremos cuatro periodos al mes. El periodo irregular de toda la vida, oiga. Incluso la selección natural debería favorecerlo en el largo plazo.
Es imposible deshacerse de la cara de gilipollas que se te queda al ver que han metido el pussy pass en el BOE. Como si las mujeres no mintieran, ¡ja! Y hay argumentos diversos para establecer que incluso más que los hombres, pero vamos a quedarnos en el terreno de la igualdad, de derechos y obligaciones.
No se trata de hacerle a nadie la prueba del pañuelo, (más que nada porque eso de nada sirve) y es cierto que las mujeres, dada su naturaleza, son más proclives a presentar ciertos malestares más a menudo. No es una opinión médica, pero es mi impresión. Y eso es una clara desventaja, mayor aún bajo la condición de que los dos primeros días de baja no se pagan, un perjuicio evidente a subsanar.
Ahora bien, ese misma "naturaleza", a la vez que otros perjuicios, provee de significativas ventajas en otros ámbitos (que también aplican en muchos casos en lo laboral) que ni se contemplan. El resultado es entonces que el perjuicio se subsana hasta convertirlo en una ventaja y otras ventajas naturales persisten inalterables. Es un win-win. Un abuso en toda regla. Un beneficio para ellas y un agravio para el conjunto de la sociedad. Y eso obviando la inevitable instrumentalización de este recién nacido privilegio, al amparo de algún polla boba que aún no se ha dado cuenta de como funciona el mundo.
¿Quiere Vd de verdad cortar ese perjuicio? ¿Qué tal si además lo hace Vd sin producir un agravio tal vez peor que el ya existente? Igual sería bastante más razonable que la incapacidad se cubriría igual al margen de cualquier condición o género. ¿De verdad eso que han hecho Vds es constitucional? Cuesta tragarlo. Ardo en deseos de oír los argumentos a favor de la medida que pueda estar pasando por alto.
Yo llevo 20 años dando tumbos en el sector y una muchachita con la mitad de mi edad lleva en su trabajo el doble del que más me ha durado. La tomadura de pelo es incalificable. ¿Que lo tienen mucho más difícil? Ahorro cero, lo que ha ganado se lo ha pateado. Yo en dos años he ahorrado prácticamente la mitad de mis ingresos dándome más lujos que nunca.
"No seas tan duro con ella, está pasando una mala racha", me dicen, y acaba de volver de un viaje al extranjero que yo jamás me he dado el lujo de hacer.
Y sí, por supuesto que habrá diferencias en las actitudes, aptitudes, intereses y todo lo que se quiere alegar, pero el agravio empieza ya a adentrarse en el terreno de lo sangrante. A vivir de puta madre, cosa que está muy bien, y a blindarse con privilegios que son una hoja en blanco para el abuso, cosa que ya no está tan bien.
Y lo peor de todo: la claca de pagafantas aplaudiendo con la orejas. Y digo desde aquí lo que no me puedo permitir el lujo de decir en el trabajo: os podéis ir todos a la puta mierda.
Siempre he estado, estoy y estaré con los trabajadores. Eso no va a cambiar. Lo que sucede es que hay trabajadores, que de trabajadores tienen entre poco y nada. Si uno no cumple con sus obligaciones, ¿qué derechos puede pretender reivindicar? Ese tipo de trabajadores, que al final son la misma mierda que los que les explotan pero con los bolsillos vacíos, son una vergüenza y una falta de respeto para sus compañeros. Un insulto. Incluso para sí mismos. la verdad es que hay mucho desgraciado que no roba más simplemente porque no puede. ¿Cómo podría prosperar el teletrabajo en tal entorno? Pues nada, a seguir inflando el mercado inmobiliario de las capitales y autocondenándonos a vivir en ratoneras. Porque lo triste es que la corrupción empieza por la base.
Luego nos sorprende que desde el norte de Europa se mire al sur con el más parco desprecio y que la productividad en este país sea de risa, al más puro estilo del funcionario jeta: primero ficho, luego hago mis cosas, la primera hora para ponerse al día, una hora de descansos, y la última hora, pues ya mucho cansancio para hacer nada. Pero lo peor ya no es eso, es que se crea un ambiente en el que es francamente complicado que quien sí esté en disposición de trabajar lo pueda hacer. Que encima de estar ahí mis horas me he tragar sus putas mierdas, vamos.
En el otro lado, gilipollas honestos (así de mal se entiende aquí la honestidad) como yo, que se reducen la jornada cobrando menos y produciendo muy parecido sino lo mismo y que se tienen que desarrollar en un ambiente de trabajo tremendamente hostil para lo productividad donde el presencialismo, amiguismo y otras mierdas campan a sus anchas reduciendo a nada la meritocracia. Lo mismo que los "contactos" (enchufes) de los pijos pero en plan pobre, como decía, en el fondo la misma escoria.
Y así señores es como se promueve la cultura de trabajar muuuchas horas sin dar un puto palo al agua. Y claro, ni se te ocurra decirlo porque entonces eres un sapo asqueroso, un chivato, un traidor a tu clase, rojipardo o la etiqueta de mierda que te quieran colgar.
Que digan lo que les salga de los cojones, viendo el ritmo de trabajo de algunos compañeros el convenio que lleva 5 años sin actualizarse bien podría pasarse otros 5. ¿Con qué cara se va a sentar el del sindicato a luchar por tus derechos si no estás cumpliendo con tus obligaciones? Pues con la misma que tú, porque probablemente ha llegado ahí inmerso en la misma cultura "laboral". De verdad alguna gente parece pensar que el dinero cae del cielo y que se les debe algo, diría que se dedican a calentar la silla si no pasaran más tiempo en otros lugares que en su puesto.
Y que tenga que decir esto un marxista, que entiende que cada cual ha de recibir en función de su necesidad, que se han de garantizar las necesidades básicas, que la distribución de los beneficios es absolutamente ilegítima y crea sociedades desastrosas... Pero es que al final observas la condición humana y terminas encontrando demasiados casos en los que el total del fraude es sólo función de la posibilidad. Y la realidad es que si quieres disponer de un servicio, has de procurar un servicio, una de las muchas lecciones de la soledad, donde no hay nadie de quien aprovecharse.
Porque el mismo fraude que te encuentras indefectiblemente en los contratos de trabajo te lo encuentras en el proceder de muchos compañeros en el desempeño de las funciones. Más aún, ¿no son compañeros trabajadores los que elaboran los contratos de otros trabajadores? Y ahí ya podemos entrar en el círculo vicioso del huevo y la gallina, tú robas porque te roban y el otro te roba porque le robas y sin honestidad, sin "pringaos" que cumplen y reclaman lo que es suyo, seguramente con dudoso éxito, esa espiral de despropósito no termina nunca.
Supongo que ya peino canas para escandalizarme por algo así, sucede que por un motivo u otro me ha tocado siempre tragar mierda: los respiros cronometrados y permiso hasta para ir a mear. Y medio pasito por encima, porque ni siquiera hablamos de un ascenso, otro mundo: ni siquiera hay un tiempo estipulado para la comida, la gente para cuando quiere, hablan de sus cosas a sus anchas... y sí, es mucho mejor en algunos aspectos y mucho más humano. Pero el agravio comparativo es vergonzoso y vergonzante. Tanto como ver que algunos de los que medran lo hacen a través del fraude. Que detrás del vendedor estrella puede que no haya más que un montón de trampas y una sonrisa de cartón piedra. O que la gente prefiere pasarse la normativa por el forro con tal de no asumir un error que ni siquiera tiene repercusión. O colgar de forma sistemática las putas llamadas y como quien te ha de supervisar es colegui pues para ti hay una ley y para el resto otra. Vamos, no me jodas. Por no hablar de que al final vas allí y el trabajo en sí queda relegado a algo accesorio en la turbia maraña charlatanería, favoritismos injustificados y cotilleo. Indulgencia con los que merecen mano dura y mano dura con los que merecen indulgencia. Joder, qué asco.